#2 - La indisciplina te cuesta caro

Más de lo que te imaginas

Hola, cómo estás.

Esta vez quiero compartir una situación personal.

En enero hice las cosas bien.

Fui bastante disciplinado. Cumplí con la mayoría de tareas que planifiqué.

Eso me permitió lograr todos los objetivos que me propuse para ese mes.

Pero… algo pasó en febrero

Me dejé llevar por cosas que no tenían relación con mis objetivos a largo plazo.

Fue un mes completamente diferente al anterior.

Después de un viaje que hice, quedé sin energías y fácilmente entré en un círculo vicioso del cual me estaba costando salir:

  • Comía cosas que no tenía que comer

  • Gastaba dinero en cosas que no tenía que gastar

  • Invertía mi tiempo en actividades que no eran productivas

  • Dejé de ir al gimnasio en las últimas dos semanas del mes

  • Dejé de leer el libro que ya tenía que terminar de leer hace rato

En fin, mal. Febrero fue un mes de mierda.

Como resultado, al final del mes me sentía fuera de forma, con menos dinero, con dificultades para dormir temprano y concentrarme en actividades importantes, incluso me estaba costando enormemente crear contenido.

Es anormal que nos pase algo así?

No.

Estas cosas pueden pasar.

Por más que intentemos ser perfectos, nunca vamos a conseguir eso. Los malos momentos existen, y tampoco hay que condenarse a uno mismo.

Lo que no tenemos que permitirnos es relajarnos.

Tenemos que ser capaces de cortar ese círculo vicioso a tiempo, y siempre hay señales cuando nos damos cuenta de que estamos yendo a la dirección equivocada.

A veces cuesta negarle una cerveza a un amigo o a alguien más, cuesta dejar de comer cosas que no convienen, cuesta dejar el celular de lado y hacer lo que tenemos que hacer, cuesta levantarse de la cama e ir al gimnasio a entrenar.

Pero si no sabemos marcarnos límites a nosotros mismos difícilmente logremos nuestros objetivos.

La indisciplina pagamos nosotros

Cuando no tenemos nuestra vida organizada:

Empezamos a gastar dinero en estupideces, subimos de peso por comer mal, salimos con personas que no nos aportan algo positivo a largo plazo, descuidamos nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestros proyectos.

Y de esa forma solamente nosotros terminamos perdiendo. Nos autosaboteamos. Tenemos objetivos en mente, pero solo se quedan ahí.

El precio que terminamos pagando son las noches en las que nos ponemos a cuestionar por qué no hicimos lo correcto en lugar de dejarnos llevar por placeres instantáneos.

Tuve que cortar mis malos hábitos cuanto antes

En este mes de marzo conseguí enfocarme nuevamente en mis buenos hábitos.

El hecho de tener planificado todo lo que tengo que hacer diariamente para conseguir mis objetivos a largo plazo me facilita mucho.

Si estás pasando por una situación similar, no dejes pasar mucho tiempo.

Nunca es tarde para dejar de ser indisciplinado.

Salir de ese círculo vicioso es posible. Es más fácil cuando entendés que haciendo lo que no tenés que hacer salís perdiendo solamente vos.

Eso puede abarcar desde dejar de comer mal, gastar tu dinero en estupideces, o dejar de escribirle a ese/esa ex que tan mal te tiene (?

Cualquier cosa…

Si querés agendar una sesión gratis de 30 minutos, podés enviarme un mensaje al WhatsApp haciendo clic acá.

Recordá que el límite te ponés vos.

Saludos,

Marce.